lunes, 6 de junio de 2011

Carta a los de los palos más largos.

Señores:



            Voy a intentar ser claro y conciso,  grandes pensadores siglos antes que nosotros les escribieron, no por ello deben sentirse alagados. El hecho de que no los hayan entendido o ignorado no les da derecho de sonrisa ingenua. Nosotros hoy les escribimos.
            Se saben dueños del moviemiento de las cosas en este mundo, no dudamos de que sepan muy bien ser “el marionetista”, tampoco dudamos de que con una mirada entre ustedes integrantes de la mesa larga interminable, con sus estadistas, sociólogos adeptos, psicólogos, marketinistas, matemáticos, financistas, y demás mascotas puedan definir quién además de ustedes, señores, coman hoy o mañana en el mundo. Entendemos a que juego hacen trampa. Pero existimos de todas maneras, a pesar de su ceguera infranqueable. Nos ponen bajo mil nombres diferentes, todos nombres bajo los cuales nos sumergen en chalecos de fuerza, aunque sepan, que no tenemos mas fuerza que la de la sapiencia.  Por las dudas, porque nos nombran para no temernos y aun nos temen. Dan armas al mono por temer, no solo a nosotros, no solo al hambriento o al que sufre frío. Por temer a todo lo que sepa trascender de sus muy inestable fachada, también con ella deben hacer malabares, progresivamente se les hace mas inestable todo. No hay ser más peligroso que ustedes, señores del mundo superfluo. El miedo se les encarna en cada uno de sus capilares y les irrita la piel, hasta ese punto son seres de superficie.
            No teman: nuestra suerte esta en sus manos de titiritero, por ello no nos preocupamos. No teman, de todas maneras sale del río y como el río nos enseñó a abrirnos paso entre las piedras surcamos por debajo la cumbre sabiendo que luego nos espera otra gran laguna, donde los que salimos del cauce, como los que nuestro cauce madre seguimos, como aquellos que no atendimos a sus juegos, ni mesas. Como quienes supimos ver el cielo y ser lluvia y río a la vez, en la gran laguna descansamos algún día.



Nahuel, el 20 de diciembre de 2010.


         (Gracias a:   Antonin Artaud en su "Carta a Los Poderes"  1925)

2 comentarios:

  1. Bien así también debería hombre leer la Carta Abierta a la Junta Militar escrita por Rodolfo Walsh (que no es de sus más grandes obras en sentido literario, pero si la más osada, rebelde y segura de todas).

    Lo aprecio camarada. Los bastones largos sólo golpean la carne... el alma está mucho más adentro.

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