lunes, 26 de septiembre de 2011

Antes del grito

   


         Después de reescribirlo varias veces  pienso:  Hay voces que no deberían existir. Voces físicas, reales... timbres de voz, modulaciones. En el caso de que no fuera posibles esta idea de la no existencia, ponerlas dentro de cámaras acústicas de donde no pudieran salir, en especial cuando dicen lo que uno quiere escuchar. Pero hay algunas tan chirriantemente penetrantes que encuentran dentro de la cabeza la resonancia indicada para rebotar una buena noche de insomnio. Allí  no hay gomaespuma que sirva.

viernes, 16 de septiembre de 2011

Pesadez de instante.

        



            Soy un poco terco, no lo niego. Hace falta que me inyecte cosas un tanto oscuras para que algunas pocas  y me repito, siempre: Torpes palabras salgan y se tropiecen con otras y otras hasta formar más o menos lo que quiero decir en un momento. Salgo a la calle, eso siempre oxigena, por más auto camión colectivo que ensucie el aire.


 Y me moleste.


            Intento dar con algo o alguien que me saque de mí o de estas cosas que me pasan cuando no quiero que me pasen, cuando ya estoy lo bastante desprovisto como para que me golpee. En fin, cuando recién me doy cuenta de  la piña en el moretón.

Eso es: suelo darme cuenta de la piña recién en el moretón.

 
            Dani me preguntó por mi producción, quizás para él el hecho de que deje de escribir acá o escriba durante períodos un tanto lungos signifique algo, y tiene razón. 


Quizás sólo fue una inquietud.


            Es una forma de darme cuenta de que extraño un par de cosas, de que maldigo un poco mis actos. La tristeza de no poder elegir más de un rumbo cuando los caminos se bifurcan.